El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior. (Amado Nervo, México, ss. XIX-XX)
Apliquemos este aforismo para saber a quiénes podemos considerar nuestros maestros. Y luego apliquémoslo a nosotros mismos, como “termómetro” de evolución interior. (Ana)
1 comentario:
Es cierto, es la verdad más grande!
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