jueves, 19 de mayo de 2011

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El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior. (Amado Nervo, México, ss. XIX-XX)

Apliquemos este aforismo para saber a quiénes podemos considerar nuestros maestros. Y luego apliquémoslo a nosotros mismos, como “termómetro” de evolución interior. (Ana)

1 comentario:

alejandracottini dijo...

Es cierto, es la verdad más grande!